A finales de enero Musk anunciaba que Neuralink había realizado con éxito una intervención quirúrgica en la que por primera vez se le implantó el dispositivo de Neuralink a un ser humano. Tres semanas después tenemos nuevas noticias sobre este proyecto, y son realmente prometedoras.
Buena recuperación. Como indican en Reuters, en una retransmisión en directo en Spaces —las charlas en directo de X— Elon Musk indicó el lunes que «el progreso es bueno, y el paciente parece haberse recuperado completamente, sin efectos secundarios que sepamos».
Un ratón controlado con la mente. Además de las buenas noticias en esa recuperación, Musk destacó que «el paciente es capaz de mover un ratón por la pantalla con solo pensarlo». No dio más detalles sobre la velocidad y precisión de ese control, pero sí indicó que en Neuralink están intentando que el paciente haga clic en el botón del ratón «tanto como sea posible» para «entrenar» el modelo y lograr que el reconocimiento de ese pensamiento sea lo más perfecto posible.
Un largo camino. Neuralink lleva años trabajando en su interfaz cerebro-máquina (BCI), aunque otras empresas compiten con vías de investigación alternativas en este polémico campo. Entre los objetivos está el de combinar nuestra mente con la IA, y a pesar de estos últimos avances y otros previos, estos ensayos se prolongarán unos seis años.
Las posibilidades son enormes. La ambición de Musk es una vez más máxima con este proyecto. Aunque el objetivo inicial es controlar el ratón o el teclado de un ordenador con la mente, a largo plazo cree que estos chips quirúrgicamente implantados podrán permitir tratar la obesidad, el autismo, la depresión o la esquizofrenia. También es una potencial solución para enfermos con ELA.
Pero. Aún así, las dudas sobre los efectos secundarios y los peligros que este tipo de intervenciones pueden acabar teniendo son notables. En Neuralink admitieron que ocho animales murieron durante las pruebas con sus chips cerebrarles hace años, aunque la empresa primero mostró cómo un mono podía jugar al Pong gracias al chip de Neuralink que le fue implantado.