¿La geisha es una prostituta?
No en el sentido occidental. La principal labor de una geisha no es el disfrute sexual, sino el placer estético.
Canta, baila y conversa, y las aprendizas dedican años de formación a mejorar sus habilidades para estimular el disfrute intelectual.
Además, la relación con el cliente no es sólo económica; la geisha le considera un mecenas y establece con él una relación afectiva y social profunda en la que el dinero es una necesidad que el cliente satisface para la artista.
Estas mujeres gozan de prestigio social y algunas se convierten en figuras mediáticas en su país.