Sí, ahora resulta que el cubierto tradicinal oriental, que en China se lleva empleando desde hace 3.000 años, es poco ecológico. La razón: cada año el gigante asiático produce la friolera de 45.000 millones de pares de palillos de madera a costa de árboles y plantas de bambú. Para atajar el problema, al Gobierno chino no se le ha ocurrido una medida mejor que subir un 5 por ciento el impuesto que se aplica a este utensilio.