¿Cómo se sabe si un líquido confiscado por la policía es explosivo?
Combinando cuatro técnicas de uso común en los laboratorios han logrado determinar, de forma relativamente sencilla, compuestos explosivos o inflamables en líquidos de dudosa procedencia, según cuenta la agencia SINC. Por una parte, la composición molecular de las sustancias se obtiene con dos técnicas espectroscópicas (Raman e infrarroja), que se pueden llevar a cabo con dispositivos portátiles en aeropuertos, aduanas u oficinas portuarias. Por otra, para determinar qué elementos presenta la muestra se emplea un detector de energía dispersiva (EDS), al que se suman las imágenes que proporciona un microscopio electrónico de barrido (SEM).
Para validar el método los científicos lo han aplicado sobre cinco muestras de líquidos confiscados. En cuatro de ellos los resultados son coherentes con su uso para fuegos artificiales de baja potencia. Alcoholes como el isopropílico y el metanol se emplearon para solubilizar compuestos y los científicos consiguieron producir llamas de colores. La utilización de metanol como disolvente principal fue una sorpresa para el equipo, ya que este compuesto es muy tóxico para los seres humanos (causa acidosis y ceguera) y su uso está restringido en muchos países. En otro de los líquidos también se detectó ácido bórico, una sustancia incorporada recientemente a la lista de las «altamente preocupantes» del reglamento REACH (registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias químicas) de la Unión Europea. Estos ácidos pueden afectar de forma negativa a la función reproductora humana.