Estos dispositivos informáticos especialmente ideados para ser llevados sobre el cuerpo, ya sea integrados en la ropa o en distintos complementos, pueden servir para controlar el estado de salud del usuario -a través de un sensor que mide su temperatura y ritmo cardiaco-, como apoyo para la infantería -mostrando información en tiempo real sobre la batalla- o incluso como sistemas de guía para ciegos. En 2002, la compañía Xybernaut presentó el primer ordenador de este tipo que se puso a la venta. El ingenio, denominado Asistente Personal Óptico Móvil, valía 1.500 dólares y constaba de una pantalla de cristal líquido que se ceñía a un antebrazo y un visor especial que proyectaba información sobre uno de los ojos. Hoy, el desarrollo de las redes inalámbricas, como el sistema Bluetooth, ha eliminado las conexiones físicas entre los componentes de estos aparatos.