Por Amapola Nava
Cada día, los habitantes de la Ciudad de México generan 1.4 kilogramos de basura. De éstos el 40 por ciento son residuos orgánicos, como restos de alimentos, hojas secas y pasto. Podemos reconocer estos materiales porque son todas las cosas que se “echan a perder”, es decir que son biodegradables.
Cuando los residuos orgánicos son separados del resto de la basura pueden aprovecharse para producir abono, alimento para animales de granja o incluso energía; mediante el aprovechamiento del gas que produce la materia orgánica en descomposición.
En la Ciudad de México el 39 por ciento de los residuos orgánicos son composteados, esto representa el 15.6 por ciento del total de los residuos. Gracias a la separación que realizan los capitalinos en sus casas, los seis lugares de compostaje que operan para la Ciudad de México procesan alrededor de dos mil toneladas diarias de residuos orgánicos.
Estos lugares se encuentran en Bordo Poniente y las delegaciones Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Iztapalapa, Milpa Alta y Xochimilco. Una vez que el compostaje comienza, se tarda aproximadamente tres meses en transformar los residuos en abono y dejarlo listo para ser utilizado como nutriente en suelos de zonas rurales, zonas de conservación y en espacios verdes de la ciudad.
Fuente: Secretaría de Medio Ambiente SEDEMA
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