Jan Antfolk, de la Abo Akademi University (Finlandia) y su equipo de investigadores han publicado recientemente un trabajo en el que analizaron las diferencias entre hombres y mujeres con respecto a sus intereses sexuales y su actividad sexual, cuestiones que suelen despertar la curiosidad y el debate en el resto de los mortales.

Los resultados, que pueden encontrarse en Evolution & Human Behavior (2015), fueron obtenidos a través de una encuesta realizada a 12.656 ciudadanos finlandeses de entre 18 y 49 años. En cuanto a las preferencias sexuales, al parecer, las mujeres se interesan más por hombres de la misma edad o un poco mayores y suele ser así a lo largo de todo el ciclo vital.

Sin embargo, los hombres mostraron una tendencia a interesarse más por mujeres en torno a los 25 años independientemente de su propia edad. Así, parece que prefieren mujeres en esa edad tanto cuando ellos superan esa edad como cuando son más jovencitos que ellas. Según los autores, una posible explicación de este fenómeno es que quizá hoy día las mujeres de esa edad representan de forma frecuente las características físicas de mujeres más jóvenes.

En cuanto a la actividad sexual, otra de esas cuestiones polémicas donde las haya, parece que ellos tienden a ajustarse más a las preferencias femeninas que a lo que a ellos les gustaría.  Según los autores, la mujer parece mostrar una plasticidad mayor en cuanto al ‘objeto’ de su preferencia sexual, que variaría en función de su propia edad, mientras que en el caso de los hombres ese interés va en función de la edad de la mujer. Sería interesante saber si estas diferencias se reflejan o se asocian con funcionamientos cerebrales diferentes entre hombres y mujeres.

Seguramente los hay que se plantean que esto no es siempre así y conocen algún caso contrario a los resultados. Está claro que estos datos son estadísticas y que simplemente describen de forma general una tendencia. Sin embargo, gracias a estudios como este podemos seguir avanzando en el conocimiento del ser humano y de las diferencias entre sexos, donde las haya.

Marisa Fernández, Neuropsicóloga Senior, Unobrain