La kookaburra reidora, Dacelo novaguineae, es el mayor de los martines pescadores, con 45 cm de longitud, y al mismo tiempo, la menos pescadora de estas aves. Un tremendo oportunista, ocupa todas las selvas abiertas y bosques de Tasmania y del este y suroeste de Australia, donde caza insectos, lagartijas, serpientes, roedores y pájaros pequeños. Para marcar su territorio emite unos reclamos chirriantes que se asemejan a risas y que lanzan con la cabeza hacia atrás.

Entre las curiosidades de su etología cabe mencionar el hecho de que los ejemplares inmaduros permanecen varios años junto a sus padres a modo de «auxiliares del nido», una cavidad desvencijada sin forrar en un tronco o una rama. De menor tamaño es la kookaburra chispeada, Dacelo tyro, del suroeste de Nueva Guinea, que emite un sonido gorgoteante, seguido de una risa vibrante. La proximidad de los kookaburras a los asentamientos humanos no suele ser bien recibida, debido al gran alboroto que arman al amanecer y al atardecer.