¿Por qué se nos seca la boca?
La secreción de saliva está regulada por hormonas -la antidiurética, por ejemplo, reduce su producción- y por el sistema nervioso autónomo, que normalmente trabaja fuera del control voluntario y consciente. La degeneración y atrofia de las glándulas, los estados febriles, las diarreas y los vómitos, así como el consumo de ciertos fármacos, de alcohol y tabaco, pueden alterar estos mecanismos de control y reducir el flujo salival. Las situaciones de estrés, como la tensión emocional ante un examen oral, y el miedo también pueden hacer que se seque momentáneamente la boca. Esta respuesta fisiológica depende del sistema nervioso simpático, que suele tener un efecto excitante.