¿Por qué los humanos tenemos peor olfato que el resto de los animales?
En la mayoría de los mamíferos adultos se forman neuronas nuevas en dos regiones del encéfalo: el hipocampo y el bulbo olfatorio. La memoria guarda relación con el hipocampo, mientras que la interpretación de los olores se produce gracias al bulbo olfatorio. Pese a los intentos realizados por conocer más a fondo la formación de nuevas células nerviosas en el encéfalo humano, hasta ahora no se había llegado a ninguna respuesta concluyente.
Los autores de este estudio resolvieron el rompecabezas calculando la edad de las células. Con este fin, midieron la cantidad del isótopo radiactivo carbono-14 contenido en las células. Así observaron que las neuronas del bulbo olfatorio de individuos humanos adultos poseían una concentración de carbono-14 que se correspondía con la existente en la atmósfera en el momento de nacer. Por consiguiente, con posterioridad no se producen neuronas nuevas en esta parte del encéfalo, lo que distingue a los humanos del resto de mamíferos.
«Nunca un descubrimiento científico me había dejado tan desconcertado», reconoció el investigador principal Jonas Frisén, profesor de investigación sobre células madre en la Fundación Tobias del Instituto Karolinska. «Lo lógico habría sido que los humanos fuéramos como los demás animales, y sobre todo los simios, en este aspecto. Pero lo cierto es que los humanos dependen en menor medida de su sentido del olfato para su supervivencia que muchos otros animales, y esto puede guardar relación con la no generación de células nuevas en el bulbo olfatorio, aunque no podemos más que elucubrar.»