¿Por qué culpabilizamos a las víctimas de los acontecimientos trágicos?
Este fenómeno es un viejo conocido de la psicología social. Los seres humanos creamos un halo en torno a las tragedias; es como si todos los implicados, incluidos los damnificados, tuvieran que ver con ellas. Cuando nos enteramos de un suceso dramático, tendemos a preguntarnos hasta qué punto las personas que lo han sufrido podrían haberlo evitado, si existe algún perfil asignable a las víctimas… Así intentamos explicar por qué esa persona ha sido elegida por el destino y, por consiguiente, hallar razones para evitar que nos suceda. Un lamentable ejemplo es la propensión de los medios de comunicación a buscar razones en un asesinato.