Los gallos son aves territoriales que muestran su
poderío y dominancia mediante los
desafiantes cantos, que amedrentan a otros machos y atraen a las hembras. Si después de arrancarse con un potente
cocoricó no hay respuesta, quedará claro quién es el amo. Sin embargo, como otro individuo del mismo corral conteste el reto vocal mostrando su candidatura al trono del harén, habrá
pelea musical y, luego, física.
Los gallos repiten su canto muchas veces a lo largo de la jornada, sobre todo a mediodía, a media tarde y de madrugada, aunque es al amanecer cuando dan el do de pecho, para dejar clara su altiveza. También emiten un cacareo similar al de las gallinas, sobre todo cuando se disponen a copular o si encuentran comida, para avisar a las hembras.