¿Hay ríos que no desembocan en el mar?
Por supuesto que los hay. Además de los afluentes, que vierten en otros ríos, existen cursos fluviales que desembocan en lagos o que se pierden bajo la tierra. En África destacan el famoso Okavango, que se derrama en una llanura árida de Botswana donde forma el mayor delta interior del mundo; y los cursos de agua que vierten en el lago Chad o que mueren en el Desierto de Kalahari. En Asia, el Selenga o el Angara nutren el lago Baikal, y en la Antártida varios ríos fluyen bajo el hielo, quizá alimentando al misterioso y subterráneo lago Vostok.