¿Existen hongos fluorescentes?
Sí, unas setenta especies de hongos pertenecientes a varias familias (Omphalotus, Armillaria, Mycenaceae…) que habitan en los bosques de todo el mundo brillan en la oscuridad. Esta propiedad se llama bioluminiscencia y es el resultado de una serie de reacciones químicas que forman parte del metabolismo de los seres vivos.
La luz emitida por los hongos es de color azul verdoso y está asociada a la enzima luciferasa, que participa en muchos de estos procesos. Los científicos no saben exactamente cuál es la razón del fenómeno, pero se cree que juega un papel importante en la reproducción y la supervivencia fúngica.
Y es que la fluorescencia atrae a los artrópodos, responsables de esparcir las esporas, y sirve de señal disuasoria para los insectos que se alimentan de estos organismos. Todas las especies de hongos capaces de emitir luz viven sobre los troncos de los árboles, ya que se encargan de descomponer la madera mediante la digestión de la lignina, una molécula compleja que sirve de unión entre las fibras de celulosa.
Otra posible causa de su habilidad refulgente es un efecto de esta forma de nutrición: las reacciones luminiscentes generan antioxidantes que protegen al hongo de las sustancias tóxicas que se liberan en la asimilación de la lignina.