¿En qué consiste el bowfishing?
Hace miles de años, nuestros ancestros ya usaban arcos para pescar. Hoy, en algunos países, esta actividad es una práctica deportiva en auge.
A diferencia de la pesca con caña tradicional –una actividad en la que prima la táctica y la paciencia–, el bowfishing o pesca con arco requiere velocidad, puntería y afinados reflejos. Quienes lo practican utilizan preferentemente arcos compuestos y recurvados, aunque se puede usar cualquier variedad.
Una de las principales diferencias entre su equipamiento y el de un tirador con arco convencional se encuentra en las flechas. Este deporte precisa proyectiles más pesados y sólidos, a menudo fabricados en fibra de vidrio. En vez de punta, estas suelen llevar una especie de arpón o unas lengüetas plegadas que se abren cuando alcanzan el objetivo. Y como el tiempo de vuelo de la flecha es muy reducido, por lo general carecen de estabilizadores y plumas. En todo caso, estas son más pequeñas y están hechas de plástico impermeable. Además, las flechas vienen equipadas con un sedal especial unido a un carrete que lo libera en el mismo instante en que es lanzado el proyectil. Así, el usuario puede recuperarlas fácilmente.
La legislación que afecta a la pesca con arco varía entre países. En EE. UU., por ejemplo, muchos aficionados acuden a zonas en las que proliferan las grandes carpas asiáticas, una especie invasora. Algunos ejemplares pueden dar saltos de tres metros por encima del agua, momento que los arqueros aprovechan para intentar hacer blanco.
Imagen: Toddmikelsmith vía Flickr / CC
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