Las mariposas hembra cierran sus alas para evitar el cortejo de machos indeseados e indicar que “no están disponibles”, según un estudio publicado en el último número en la revista Ethology.

Las hembras de la especie Lycaenidae, conocidas como licénidos, esconden de esa forma sus llamativas alas de colores para pasar inadvertidas ante los machos de su especie, concluyeron investigadores del Instituto Kurume de Tecnología, en Fukuoka (Japón). Esto se debe a que estos insectos solo se aparean una vez, por lo que cerrar las alas les sirve como mecanismo para evitar el acoso sexual.

Sin embargo, las mariposas “vírgenes” no siguen la misma conducta, sino que mantienen las alas abiertas para atraer a sus congéneres del sexo opuesto y aparearse.